El sacerdote ha explicado que los voluntarios que colaboran con Cáritas de San Fernando atendieron en los primeros cinco meses del año a 23 familias, una cifra sensiblemente superior a la que se preveía. «Los cálculos hablaban de 40 familias a final de año, el número ha crecido bastante».
Todos los solicitantes se han beneficiado del servicio de acogida y orientación, cuyo objetivo último es la búsqueda de un trabajo y la superación de los problemas económicos y sociales. «También repartimos alimentos en los primeros meses del año, pero terminaron agotándose».
Entre los usuarios del servicio hay familias procedentes de toda la ciudad de Badajoz, muchas de ellas habituales en Cáritas, pero a Fernández Rico le ha sorprendido la llegada de nuevos demandantes de ayuda. «Suelen ser gente joven, sobre todo trabajadores de la construcción que a pesar de cobrar el paro tienen dificultades para hacer frente al pago de la hipoteca y a los gastos que generan sus niños».
Solidaridad
La parroquia de San Fernando trabaja en la resolución de los problemas de las familias que se han dirigido a su Cáritas para pedir colaboración.
Igualmente ha puesto en marcha un proyecto para ayudar a los necesitados que viven en otros países.
Esta segunda actividad la desarrolla a través del proyecto 'Quiero ser solidario', en el que se realizan artículos de artesanía que luego son puestos a la venta. «Se reúnen todos los viernes a las 5 de la tarde y los beneficios se enviarán a la Delegación Diocesana de Misiones para ayudar a los misioneros extremeños que están en Perú».
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