"CRÓNICA DESDE SOROCHUCO.
Estoy viviendo mi segundo año en Perú (Sorochuco con sus respectivos caseríos).
Más aclimatado, mejor en todos los sentidos y por tanto con más proyección pastoral (siempre se puede hacer más).
Visito semanalmente siete caseríos incluyendo el distrito de Sorochuco que es dónde vivo y comparto vida y misión pastoral con Josely que lleva 11 años en esta parroquia.
Sendamal, Salacat, Carirpo, Rejopampa, Amarcucho, Marcopata, Tahuán y Sorochuco son las comunidades cristiana que visito semanalmente.
Algunos caseríos volveré a visitarlos de nuevo para las fiestas patronales, y algunos de ellos no tengo ningún contacto con sus gentes en sus caseríos al no tener capillas.
Normalmente el lugar de encuentro semanal es la capilla. Ocasionalmente los colegios y escuelas y el saludo gratuito en el recorrido de acceso a dichos caseríos, en coche y andando.
Me ha tocado este año seguir preparando las capillas que Josely durante todo este tiempo ha ido realizando en muchos de los caseríos. Poner en algunas una batería que sustituyan a la velas, y ahora poner el suelo de cemento con los retoques de pintura.
Esta semana, en la que no he tendido el carro, he vivido la experiencia de tantas personas que diariamente acuden a sus trabajos, o se desplazan de un lugar a otro por varios motivos. Andar una hora de subida continúa hasta la capilla, trabajar y convivir con las personas que celebro la eucaristía semanalmente y comer el arroz y papa con un huevo bien frito o atún acompañado de chicha, bebida refrescante para apagar la sed del trabajo. Regreso de nuevo a casa a pies y pensar en organizar el trabajo para el día siguiente.
También en Perú, con la generosidad de tantas personas conocidas, se preparan las capillas como lugar de celebrar la vida con estas pobres gentes en la reunión semanal con ellas en el contexto de la celebración de la eucaristía.
La naturaleza, los animales, las chacras con la siembra de la papa, el agua que corre por la sierra peruana alzan la voz al cielo y dan gracias a Dios por el regalo de un nuevo día.
Miramos al futuro con Esperanza, sabiendo la dureza de la siembra de la Palabra de Dios en estos caseríos.
Compartimos lo que somos y tenemos con estas buenas gentes, sabiendo de las comodidades que tenemos para vivir una vida digna, sin perder de vista (no siempre a nuestro alcance) la vida de cada día de personas que no pueden trasladarse, por poner un ejemplo, en coche a todos los sitios, que a veces se llega en el mismo tiempo que andando, pero sin tener que experimentar el desgaste y las dificultades del tiempo que soportan diariamente ellas.
Que sirva `para bien la plata empleada en seguir adecentando las capilla y haciendo otras nuevas como otros proyectos realizados en años anteriores y en este en las distintas parroquias que estamos los sacerdotes de la diócesis de Mérida-Badajoz en Perú: panaderías, farmacia, comedores, residencias universitarias…
Gracias a todos lo que hacen posible este sueño. Que seamos siempre solidarios. Ojala sea con todos, pero especialmente con los más necesitados."
(email: terracal@hotmail.com )
Estoy viviendo mi segundo año en Perú (Sorochuco con sus respectivos caseríos).
Más aclimatado, mejor en todos los sentidos y por tanto con más proyección pastoral (siempre se puede hacer más).
Visito semanalmente siete caseríos incluyendo el distrito de Sorochuco que es dónde vivo y comparto vida y misión pastoral con Josely que lleva 11 años en esta parroquia.
Sendamal, Salacat, Carirpo, Rejopampa, Amarcucho, Marcopata, Tahuán y Sorochuco son las comunidades cristiana que visito semanalmente.
Algunos caseríos volveré a visitarlos de nuevo para las fiestas patronales, y algunos de ellos no tengo ningún contacto con sus gentes en sus caseríos al no tener capillas.
Normalmente el lugar de encuentro semanal es la capilla. Ocasionalmente los colegios y escuelas y el saludo gratuito en el recorrido de acceso a dichos caseríos, en coche y andando.
Me ha tocado este año seguir preparando las capillas que Josely durante todo este tiempo ha ido realizando en muchos de los caseríos. Poner en algunas una batería que sustituyan a la velas, y ahora poner el suelo de cemento con los retoques de pintura.
Esta semana, en la que no he tendido el carro, he vivido la experiencia de tantas personas que diariamente acuden a sus trabajos, o se desplazan de un lugar a otro por varios motivos. Andar una hora de subida continúa hasta la capilla, trabajar y convivir con las personas que celebro la eucaristía semanalmente y comer el arroz y papa con un huevo bien frito o atún acompañado de chicha, bebida refrescante para apagar la sed del trabajo. Regreso de nuevo a casa a pies y pensar en organizar el trabajo para el día siguiente.
También en Perú, con la generosidad de tantas personas conocidas, se preparan las capillas como lugar de celebrar la vida con estas pobres gentes en la reunión semanal con ellas en el contexto de la celebración de la eucaristía.
La naturaleza, los animales, las chacras con la siembra de la papa, el agua que corre por la sierra peruana alzan la voz al cielo y dan gracias a Dios por el regalo de un nuevo día.
Miramos al futuro con Esperanza, sabiendo la dureza de la siembra de la Palabra de Dios en estos caseríos.
Compartimos lo que somos y tenemos con estas buenas gentes, sabiendo de las comodidades que tenemos para vivir una vida digna, sin perder de vista (no siempre a nuestro alcance) la vida de cada día de personas que no pueden trasladarse, por poner un ejemplo, en coche a todos los sitios, que a veces se llega en el mismo tiempo que andando, pero sin tener que experimentar el desgaste y las dificultades del tiempo que soportan diariamente ellas.
Que sirva `para bien la plata empleada en seguir adecentando las capilla y haciendo otras nuevas como otros proyectos realizados en años anteriores y en este en las distintas parroquias que estamos los sacerdotes de la diócesis de Mérida-Badajoz en Perú: panaderías, farmacia, comedores, residencias universitarias…
Gracias a todos lo que hacen posible este sueño. Que seamos siempre solidarios. Ojala sea con todos, pero especialmente con los más necesitados."
P. Leonardo Terrazas. Sorochuco - Perú
(email: terracal@hotmail.com )
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