sábado, 5 de diciembre de 2009

Para Ruanda...

Luis Romero tiene la piel blanca, pero su corazón se ha vuelto a revestir de negro tras su reciente viaje a Ruanda. Apenas fueron 10 días, pero le permitieron recordar que unos pocos miles de kilómetros más allá, en la inmensidad africana, ha conocido a algunos de los 20.000 niños que un día como hoy morirán a causa del hambre. Para evitarlo, la parroquia de San Roque inaugura mañana una nueva edición del rastrillo solidario, iniciativa que el año pasado recaudó más de 10.000 euros.
-¿Cómo se siente tras el último viaje a Ruanda?
-Esta vez han sido diez días, pero es suficiente para ver todas las realidades de ese país y la marcha de los proyectos que financia nuestra parroquia. Cuando uno viaja a Ruanda siente que las cifras del hambre tienen rostro, llegar allí es como una inmersión en otro planeta, la realidad te cala.
-¿Es tan duro como parece?
-Al que va de fuera le da tiempo a sentir la injusticia y el dolor, ves que los ojos de los niños han perdido la ilusión y los sueños, pero al mismo tiempo te das cuenta de que la esperanza se escribe con letra pequeña a través de estos pequeños proyectos de desarrollo.
-¿En qué se ha invertido el dinero recaudado en Badajoz?
-Lo primero que se creó fue una cooperativa de mujeres para la nutrición de sus hijos. Recibieron semillas y aprendieron a cultivar la tierra, tuvieron formación sobre las comidas más nutritivas para sus hijos y también les entregaron una cabra para que bebieran algo de leche. Al principio eran 18 madres y 53 niños pero ahora son 45 madres y 73 niños. Queremos crear una segunda cooperativa.
-¿Logran cambiar la realidad estos proyectos?
-Los niños que están becados, las mujeres de la cooperativa y el resto de la población a la que ayudamos reciben un gran apoyo, pero la verdadera transformación exige un cambio de mentalidad en todos nosotros, darnos cuenta de que con una forma de vivir menos derrochadora y consumista este mundo podría ser de otra manera.
-¿Se puede impulsar este cambio desde la esfera pública?
-Yo creo que no hay un partido político que proponga bajar nuestro nivel de vida para que otros puedan comer. La realidad es que hoy morirán de hambre 20.000 niños, y esos niños tienen rostro cuando visitas Ruanda.
-Pero ahí está el rastrillo...
-Yo invito a venir a toda la gente de Badajoz (abre a diario de 17 a 20 y los domingos de 11 a 14). Tenemos artesanía de Ruanda, labores hechas por mujeres del barrio y multitud de regalos. Es una manera de ayudar.



(Del diario HOY, 5/12/2009. Pincha aquí)

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