jueves, 21 de enero de 2010

Universidad y Misión

UNIVERSIDAD Y MISIÓN

(Con motivo de sus vacaciones ,el sacerdote extremeño Diego Isidoro García -emeritense-, ha sido invitado por la universidad de Sevilla y la Universidad de Extremadura, a presentar los proyectos sociales que se llevan a cabo en su parroquia de Leymebamba (Chachapoyas) en el Departamento de Amazonas-Perú, como un posible campo de trabajo que será ofertado a los miembros de la comunidad educativa (profesores y alumnos) de las mencionadas Universidades como un campo de trabajo que sirva de complemento en su formación universitaria. Las áreas que se proponen como campo de acción y cooperación son : educación, salud, medio ambiente y turismo, además de ofertar a la incipiente universidad de Chachapoyas la posibilidad de firmar acuerdos que ayuden a conseguir una mejor calidad educativa).

Siempre se ha visto el trabajo del misionero y la tarea de la misión como algo lejano , en mundos muy distintos al que vivimos y en el que nos movemos , desde un concepto y una mirada con un cierto tinte de épica y de aventura...,que por supuesto lo tiene. No cabe duda de que la globalización y los medios de comunicación han ido haciendo que el trabajo y la presencia de la Misión sea más cercana y se vea como algo que interpela en algunos momentos al mundo desarrollado y a la sociedad del bienestar.
Es un hecho que la misión arrastra un cierto atractivo y una cierta admiración por el trabajo y las personas que la llevan a cabo. También miramos la misión como una tarea a la que hay que ayudar y aportar recursos desde la solidaridad o la fraternidad, desde un deseo de búsqueda de la justicia y del derecho a una vida digna y con igualdad de oportunidades. Pues bien, ahora ha llegado el momento, y la universidad da la iniciativa, de ver la riqueza que la misión puede aportar a nuestra sociedad. En efecto , en algunas universidades como la de Sevilla y la de Extremadura , desde el departamento de cooperación y de relaciones internacionales, se ofrece a sus estudiantes como complemento a su formación científica y académica , la posibilidad de fomentar los valores de solidaridad y promover la participación social. Me parece que hay que felicitar esta iniciativa a la hora de tener en cuenta la formación de los futuros profesionales , que no tengan como meta sólo un “hacer” , sino que vean su profesión como un “ser” en la sociedad y en el mundo.
Me alegra que también los misioneros podamos hacer este papel de puente y de punto de encuentro entre la universidad y la misión, aunando fuerzas y recursos, ideales e ilusiones de reducir las desigualdades y las distancias y trabajar juntos para conseguir un mundo mejor .

Diego Isidoro García
Sacerdote misionero en LEYMEBAMBA – CHACHAPOYAS (PERÚ)

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