OMPRESS-MADRID (10-10-13) Timoteo Lehane,
secretario general de la Obra Pontificia de Propagación de la Fe, junto a
Anastasio Gil García, director nacional de Obras Misionales Pontificias,
presentaron ayer, en la Asociación de la Prensa de Madrid, la jornada del
Domund 2013, que este año se celebra bajo el lema “Fe + Caridad = Misión”.
El padre Lehane, responsable internacional
de la institución que organiza el Domund, hizo una panorámica de las ayudas enviadas
a las misiones, fruto de la generosidad de los fieles. También se refirió al
Papa Francisco como un ejemplo de tantos misioneros que, desde el silencio,
están acompañando a todos los pueblos.
“El año pasado nadie conocía a Bergoglio, y
hoy nos emociona a todos”, dijo Timoteo Lehane en la rueda de prensa. “El Papa
es un ejemplo de tantísimos misioneros que no conoce nadie, pero que están
besando los pies del mundo”, explicó Lehane, haciendo referencia al cartel del
Domund de este año, que recoge la imagen del Papa Francisco besando el pie de
un joven el Jueves Santo.
El secretario general de la Propagación de
la Fe reconoció que las aportaciones mundiales de los fieles han descendido en
los últimos años en 36 millones de dólares, y explicó que las peticiones de
ayuda siguen aumentando. Desde la Secretaría, que recibe las peticiones de
ayuda y gestiona el dinero recogido en el Domund en todo el mundo, tienen que
decir que no a muchos proyectos. “Muchas veces no podemos ayudar como
quisiéramos”, señaló Lehane. Aseguró que el dinero llega: “Nosotros
garantizamos que el céntimo que dona un niño en una hucha llega para comprar
ladrillos en Madagascar”. Asimismo, subrayó la importancia de la oración por
los misioneros como forma de cooperación.
El padre Lehane conoce de cerca la misión y
las necesidades que tienen los misioneros, ya que antes de ser secretario
general estuvo 25 años en Ecuador. “Recuerdo que viví la muerte de cinco niños
en un día por un ataque de gastroenteritis. No tenía ni cinco euros para darles
leche, sólo podía llorar con ellos”. Recordó que en todas las partes del mundo
hay misioneros que comienzan su jornada rezando, y que están antes, mientras y
después de las catástrofes, como el terremoto de Haití. Explicó que, aunque la
media de edad de los misioneros españoles es de 71 años, tienen mucho que decir
a los jóvenes, que están esperando ansiosamente ejemplos como los del Papa
Francisco.
Timoteo Lehane explicó que las aportaciones
de Europa y América del Norte han disminuido; sin embargo, los países de
África, Asia, Oceanía y América del Sur van siendo cada vez más generosos,
dentro de sus posibilidades. Con el dinero recaudado se financian proyectos de
evangelización y de apoyo a los misioneros, que están en todas las
circunstancias con el pueblo. Todos estos proyectos están documentados y se
pide un informe con fotografías de su evolución histórica, tal como mostró
Lehane detalladamente.
El secretario general de la Propagación de
la Fe agradeció al pueblo español su generosidad, que se plasma en una
aportación de 145 millones de dólares desde 2008, y en su amplio envío de
misioneros, más de 13.000. “España puede estar orgullosa de sus misioneros”,
afirmó, e hizo referencia a los grandes santos y misioneros de la historia de
nuestro país. Lehane subrayó que todos podemos ser Domund, haciendo referencia
a la iniciativa lanzada por Obras Misionales Pontificias España #YoSoyDomund.
“Allí donde haya una persona que quiera cambiar el mundo, hay un misionero”,
señaló Timoteo Lehane.
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