“Para que
sacerdotes, religiosos y laicos colaboren generosamente en la misión de
evangelización” es la intención misionera, también llamada intención por la
evangelización, indicada por el Santo Padre para el mes de febrero. Esta
colaboración no es otra cosa que ser portadores del Evangelio. Así lo expresaba
el Papa Francisco en el mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones, para
el DOMUND.
“Quisiera animar a todos a ser portadores
de la buena noticia de Cristo, y estoy agradecido especialmente a los
misioneros y misioneras, a los presbíteros fidei donum, a los religiosos y
religiosas y a los fieles laicos –cada vez más numerosos– que, acogiendo la
llamada del Señor, dejan su patria para servir al Evangelio en tierras y
culturas diferentes de las suyas. Pero también me gustaría subrayar que las
mismas iglesias jóvenes están trabajando generosamente en el envío de
misioneros a las iglesias que se encuentran en dificultad –no es raro que se
trate de Iglesias de antigua cristiandad– llevando la frescura y el entusiasmo
con que estas viven la fe que renueva la vida y da esperanza. Vivir en este
aliento universal, respondiendo al mandato de Jesús «Id, pues, y haced
discípulos de todas las naciones» es una riqueza para cada una de las iglesias
particulares, para cada comunidad, y donar misioneros y misioneras nunca es una
pérdida sino una ganancia. Hago un llamamiento a todos aquellos que sienten la
llamada a responder con generosidad a la voz del Espíritu Santo, según su
estado de vida, y a no tener miedo de ser generosos con el Señor. Invito
también a los obispos, las familias religiosas, las comunidades y todas las
agregaciones cristianas a sostener, con visión de futuro y discernimiento
atento, la llamada misionera ad gentes y a ayudar a las iglesias que necesitan
sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos para fortalecer la comunidad
cristiana”. (OMPRESS-ROMA 31-1-14)
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